martes, 24 de noviembre de 2009

GANADORA ENCUESTA MES DE OCTUBRE


Ya tenemos la foto de la ganadora de la encuesta del mes de Octubre. El antifaz este mes ha caído en Zaragoza.
Seguro que Beatriz ya lo ha estrenado.

Beatriz Franco (Zaragoza)

Si quieres ser tú la ganadora del mes de Noviembre, sólo tienes que mandarnos tu respuesta a raquel@secretisima.com

CON QUE FRECUENCIA MANTIENES RELACIONES SEXUALES ...
a) 1 o más veces a la semana.
b) 1 o más veces al mes.
c) Cuando puedo...

¿A qué esperas?

jueves, 19 de noviembre de 2009

GANADORA RELATO EROTICO DEL MES DE OCTUBRE


¡Enhorabuena de nuevo Nuria! no dejes de escribir nunca porque has nacido para ello.
Seguro que estás deseando conocer la cara de la ganadora del fabuloso relato erótico recientemente publicado en el blog... pues no te hago esperar más.
Nuria Ruiz de Algeciras (Cádiz)
Me imagino que ya estarás disfrutando del Cowboy de medianoche que Secretíma te envió como premio a tu relato.

lunes, 16 de noviembre de 2009

RELATO ERÓTICO: AQUELLA NOCHE... (ULTIMA PARTE)

... No recuerdo más, sólo sé que por la mañana estando aún dormida, sonó el teléfono de la habitación y una melancólica voz que ya conocía y que nunca se me podrá olvidar, me decía:
- Buenos días pequeña, esta noche ha sido maravillosa. Tú eres una persona especial, que nadie nunca intente hacerte daño, vale?. Te llevaré en mi corazón allí donde vaya, quizás el destino nos haga encontrarnos algún día. Un beso mi amor – y colgó.
Desperté del todo y en verdad estaba sola. Sus palabras parecían haber salido de entre mis sueños, pero no, yo sé que habían sido realidad.
No había rastro de las ataduras ni de nada, sólo las muñecas un poco doloridas.
En la mesilla de noche un sobre con dinero, una rosa roja y una nota que decía: GRACIAS.
Es el único recuerdo material que tuve de ellos.
La verdad es que, pensando que algún día lo volvería a encontrar en mi camino, guardé el dinero en el banco con la idea de devolvérselo cuando llegara el momento. La rosa y la nota terminó guardada en un libro de poesías.

Y yo, me encuentro ahora aquí sentada en esta dura y fría silla de comisaría, después de haber visto en los periódicos la foto de Manfredi sin vida a orillas de la playa.

- Soy el comisario Mateo, perdone el retraso. Me han comunicado que usted podría tener alguna pista sobre el asesinato de ayer, en la costa.
- No sé si puedo servir de mucha ayuda, si estoy aquí es porque me gustaría que desde dónde él me vea, sepa que quiero ayudarlo.
Le contaré mi historia y a partir de ahí si puede, ate usted los cabos necesarios. Quizás lo que le cuente no le saque de muchas dudas aunque debo decirle que a mí me cambió la vida. Sé, porque mi intuición así me lo dice, que fue un buen hombre y que la vida cuando ya se ha vivido por completo, a veces, no vale la pena seguir luchando por ella.
- A ver, cuénteme y yo le diré si es interesante – dijo el comisario con cara de incredulidad pensando, casi seguro, que estaba medio loca
- “Decidí salir aquella noche......”.

viernes, 13 de noviembre de 2009

RELATO EROTICO: AQUELLA NOCHE... (5ª PARTE)

... Se echó hacia un lado y los dedos de aquella morena exótica se iban introduciendo por mi vagina, que cada vez estaba más dilatada. Yo empecé a comerle las tetas que me llenaban la boca y él se situó detrás de ella y la penetró muy despacito.
Los músculos de ese hombre se marcaban cada vez que empujaba, y cuanto más lo hacía más me gustaba observarlo.
Me incorporé y le dije que yo también quería probarlo. Metió su polla en mi boca a la vez que aquella mujer me humedecía el coño, me introducía sus dedos a ritmo de salsa.
El le susurró algo al oído y ella cogió un lazo que había en la mesita de noche y ató mis muñecas al cabecero de la cama.
Yo me dejé hacer.
Ella, llamémosla María, porque nunca supe su nombre, me decía con voz entrecortada que yo era muy bonita.
Una vez atada, instó a Manfredi: ¡fóllatela!¡fóllatela ahora!
Y el se me acercó, y yo estaba empapada en sudor, y mi corazón latía por lo menos a 100 por hora.
Sus manos fuertes y huesudas tocaron mis tetas y con dos dedos me cogió los pezones, tirando de ellos mientras me penetraba con ímpetu.
Grité de placer y de dolor al mismo tiempo.
No quería correrme todavía y así se lo dije.
El hecho de estar amarrada y no poder moverme con libertad me excitaba aún más. María se masturbaba con una polla negra de látex que introducía en su vagina una y otra vez en tanto se lamía a sí misma los pezones.
Manfredi me agarró por la cintura y comenzó a nevegar dentro de mi, primero suavemente e iba acrecentando el ritmo, y yo disfrutaba como nunca antes lo había hecho.
María se acercó a mí y me besó, sus tetas se juntaban con la mías, su coño era rellenado por aquella polla de plástico duro y Manfredi me seguía follando mientras me palmeaba el culo.
- ¡Me corro! – Grité casi sin aliento.
- ¡Córrete mi pequeña!¡échamelo todo! Que yo te voy a llenar con mi leche todo tu cuerpo...- me decía con las venas casi seltadas.
Sus palabras azotaron el interior de mi cuerpo, María gemía junto a miy un calor inmenso invadía mis sienes.
Empecé a correrme revolviéndome, casi sin poder por la ataduras, sobre las sábanas empapadas de sudor.
Después saco su falo de mí y lo puso sobre mi vientre y con una mano cogió a María por los pelos y acercó su boca a su capullo mientras éste disparaba chorros de leche sobre mí.El grito sordo de Manfredi quebró el silencio de la noche en aquella habitación y caímos rendidos, uno sobre el otro, en aquella cama redonda...

RELATO EROTICO: AQUELLA NOCHE ...(4ª PARTE)

... Me senté en el sofá y empezó a darme un gratificante masaje en la espalda. La verdad es que me dejé llevar. Ese hombre cada vez me envolvía mas y a mí me gustaba.
Tenía unas manos muy suaves – como de un cirujano,... o de alguien que hubieses trabajado poco – y comenzó a desnudarme. Mientras me quitaba cada pieza me lamía la piel con tanta dulzura que parecía que quería beberme.
Desnuda ya y él aún vestido, me llevó a la habitación. Allí lo desnudé mientras le besaba esos carnosos labios y me comía con ansia su lengua.
Comprobé la anchura de su espalda y le vi un leopardo tatuado de hombro a hombro. Era hermoso, era excitante. Su piel morena brillaba bajo la tenue luz.
Su culo, para ser de un hombre, era casi perfecto y su pene, erecto, le llegaba hasta el ombligo. Tenía un capullo muy bonito, sonrosado, centrado y el grosor exacto para mí.
Acaricié su pecho y mordisqueé sus pezones. Un suspiro de gusto se escapó entre sus labios y noté su miembro reaccionando, tocando mi vientre.
En el dormitorio había una cama redonda, me dijo que me acostara y que cerrara los ojos. Así hice.
Unas manos algo frías me acarició los pechos. Abrí los ojos y sin saber de dónde había salido, delante de mi, en la penumbra, estaba la silueta de una mujer.
Tenía un pelo lacio y largo hasta la cintura, unas tetas grandes con pezones pequeñitos y un pubis completamente afeitado. Su piel era más morena, quizás de alguna raza que no llegué a preguntar. Ojos negros y rajados, como si fuera una máscara de carnaval, de color púrpura.
Y recuerdo una cicatriz casi oculta entre el labio superior de la boca y la nariz, un poco chata. En conjunto resultaba bastante atractiva.
Su boca se mezcló con la mía y un sabor a menta inundó mi garganta. El nos miraba sentado en el otro extremo de la cama, mientras se acariciaba los testículos.
No quise moverme, no quería sentir, no quería suspirar, mas la sensación era sublime, nueva para mi. Me abrió las piernas, como quien abre un regalo, y fue buscando mi clítoris.
Mientras su lengua jugaba por mi zona más preciada, con sus dedos retorcían con suavidad mis grandes pezones. Yo lo miraba y él de lamía los labios jugando con su aparato.
Ella se subió en lo alto de mí, sus pechos rozaban con los míos, su vientre plano y húmedo de apretaba a mí y su pubis se frotaba con el mío en un movimiento continuo que me inundaba de placer y de una sensación nueva, diferente a lo que conocía...

jueves, 12 de noviembre de 2009

RELATO EROTICO:AQUELLA NOCHE...(3ª PARTE)

... Encendió el mechero y la luz iluminó su rostro, pude comprobar surcos marcados en su cara, facciones duras y mirada cálida.
- ¿Qué hace en este lugar unos lindos ojos verdes, tan solos? – me habló al oído con voz insinuante.
- Buscan un poco de felicidad - contesté algo arrogante.
- ¿Aceptarías que yo te la ofreciera, aunque sólo sea por esta noche? – me dijo arqueando una de sus cejas.
- Depende, lo veo un poco difícil pero dime que me propones – le reté con picardía en la mirada.

La verdad es que era muy atractivo. No tendría más de 40 años y en su cara se podían leer un siglo de historia. Su historia.
- Es muy sencillo - me dijo – tú necesitas mucho amor en tu vida, que no tienes ahora y yo puedo entregarte el que tengo esta noche ¿te parece...? – y hubo unos segundos de silencio.

Sonreí.

No contesté porque nada tenía que decir cuando comprendí que él ya sabía la respuesta.
Sus dedos recorrieron mi espalda y su boca muy cerca de mi cuello, decía suavemente, como queriendo introducirse dentro de mi piel con su aliento, mezcla de hombre y mezcla de animal.

- Te espero dentro de media hora en el hotel que hay dos calles más abajo, habitación 113.

Seguidamente hizo una seña al camarero, pagó mi copa y le pidió que le acercara el teléfono. Habló durante unos segundos y se fue, despidiéndose de mi con un beso muy tierno en la mejilla.
Casi sin poder reaccionar apagué el cigarro que se había consumido en el cenicero sin haberlo fumado. Encendí otro y llamé al mismo camarero.
Éste me comentó, después de yo preguntarle, que el sr.Manfredi y su esposa eran los propietarios del local, aunque a ella nadie la conocía y él, hombre de pocas palabras, aparecía por allí en muy raras ocasiones. Según me dijo vivían en la costa y él era español con sangre italiana.
Poco más sabía de él y después de esta conversación me pidió por favor que jamás comentase lo que me había contado y así se lo prometí hasta hoy.
El local estuvo poco tiempo abierto, a los dos meses escasos de esta historia ese lugar se transformó en una agencia de viajes. Nunca nadie supo más de él.

Miré el reloj, ya había pasado la media hora y todavía no sabía qué iba a hacer.
Me colgué el bolso y salí.
Coincidencia, mera y pura coincidencia – me dije- porque el coche lo tenía aparcado justo en frente del hotel.
Con los brazos cruzados resguardándome del frío, comenzé a andar. Quería pensar, coordinar las ideas, pero no tomaba una decisión.
La verdad que ese hombre me atraía...sus ojos, sus labios, su cuerpo...
Y me encontré en la recepción del hotel.
La curiosidad me excitaba hasta el límite, la duda me hacía temblar y allí estaba delante de la número 113.
Llamé una sola vez y rápidamente me abrió. Tendió su mano, yo ofrecí la mía y con un gesto me convidó a entrar.

- Sabía que vendrías – me decía quedamente mientras me quitaba con suavidad la chaqueta.

La amplia habitación se componía de un salón y un dormitorio. Todo estaba en penumbra con música de fondo.
Quise hablar con él pero ya su boca lamía con frenesí mis labios que casi no me dejaba respirar. Me asusté un poco.Espera un segundo por favor, le dije retirándome de él, permíteme que coja aire ¿vale? . Y me sonrió...

RELATO EROTICO: AQUELLA NOCHE... (2ª PARTE)

... Abrí la botella de Gran Dyc, llené la copa por la mitad y brindé frente a la foto del hombre que más amé y con el que más sufrí, y de dos tragos la vacié.
Y salí a la inmensidad de la noche ¡después de tanto tiempo!
En el coche, la música triste y desgarrada de Bob Marley me acompañaba...”no woman, no cry...”.
- ¿Dónde terminaré esta noche? – pensé, con una tristeza en mis pensamientos, ya cotidiana en mí desde hace tiempo.
Parada en un semáforo me percaté , a mi derecha, en un bar de amplios ventanales oscuros, que yo no conocía. ¡Habían cambiado tantas cosas! ¡Hacía tanto que no me relacionaba con alguien! Dicen que el tiempo cura las heridas, pero ¡tarda tanto tiempo en trascordarlas!
Mientras buscaba aparcamiento, me repetía que este era el sitio idóneo para empezar la noche.
Y así sin más, entré sin titubeos.
Me senté en un rincón de la barra y pude observar, mientras me atendían, su decoración a base de distintos tonos verdes, sus camareros “bien planchados” , el piano de cola blanco, el cantante negro de voz rota, la moqueta del suelo completamente limpia, sus mesitas bajas y sofás mullidos, todo ello en un ambiente acogedor envuelto en una tenue luz.

Pedí un bourbon con Seven-up, saqué la pitillera y encendí un cigarrillo. Mientras fumaba y pensaba en no sé qué, noté que alguien me miraba. Allí, al fondo, un señor me sonreía.
Seguía escuchando música pero esa mirada se me hizo insoportable después de un rato. Nunca me ha gustado que me miren tan insistentemente sin saber el motivo.
Levanté mi copa y se la brindé. Agradeció el gesto con la cabeza y me correspondió con otro brindis. Cuando fui a encender un cigarrillo, él se levantó para ofrecerme fuego. Mientras se acercaba, lo examiné.
Bajo el traje de chaqueta negro de corte clásico había un indicio de complexión recia, fibra pura, hombros anchos, andares rectos, manos grandes y en su derecha un pequeño tatuaje en el dorso...

viernes, 6 de noviembre de 2009

RELATO EROTICO: AQUELLA NOCHE... (1ª PARTE)

Decidí salir aquella noche. Mi cuerpo estaba inquieto. Sentada frente al televisor los colores se hacían uno, las palabras surcaban mis oídos en un susurro lejano y los gestos se perdían en el vacío de la habitación.
Llené la bañera de agua muy caliente, esparcí gel de baño de sándalo y me sumergí lentamente, estimulando de sensaciones agradables cada uno de mis poros. Mi blanca piel se fue volviendo rosa entremezclando placer y dolor a la vez, la sensibilidad de mis pezones notaron de inmediato el calor y un leve cosquilleo recorrió mi espalda.

Hundida en su fragancia me adormecí, e ideé imágenes voluptuosas y etéreas. Cuando desperté el agua ya estaba tibie y terminé duchándome en agua fría.
Fuera del baño, embadurné cada rincón de mi cuerpo con crema perfumada y mis rizos, mojados y sueltos, cayeron sobre mis hombros.
Esa noche mis ojos irradiaban fuerza, libertad, felicidad… todos esos sentimientos que necesitamos para poder seguir luchando en esta vida tan fósil algunas veces.

Elegí un body negro semitransparente, de escote redondo que acentuaba mis senos como yo quería. Completé el vestuario con una chaqueta negra y una falda gris de punto muy corte que marcaba con sensualidad mi cadera y mis nalgas. Debajo unas finas medias de lycra remataban los muslos con un bonito encaje, y por último unos elegantes tacones de aguja terminaban con mi atuendo.
Como las mechas rubias de mis cabellos desprendían luz propia e iluminaban el verde de mis ojos, creí conveniente no maquillarme mucho. Color terracota en los labios bien perfilados, un toque de color en los pómulos y rimel alargador en las pestañas. Justo en la puerta antes de salir, recordé algo. Solté el bolso sobre el sofá del salón y me dirigí al mueble bar...
Relato erótico ganador mes de octubre.
Por Nuria Ruiz de Algeciras, Cádiz

miércoles, 4 de noviembre de 2009

SEXO ANAL: ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO (II PARTE)

Antes de realizar coito anal en lo primero que hemos de pensar es en que al no dilatarse es fácil que se puedan producir pequeños desgarros, y esto hay que tenerlo en cuenta en relación a las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Es decir, que aunque no nos podamos quedar embarazados, en prácticas heterosexuales, debemos usar preservativo para prevenir, si la pareja es estable y no promiscua (¡vaya usted a saber!), podemos liberarnos del condón, sino… Lo siguiente es ver si ese día hemos ido al baño, no es broma, si no es así yo de vosotros me abstendría, ya que es fácil que en medio de la penetración puedan salir heces en forma líquida, y ni siquiera os enteráis, hasta que no os llega el olorcillo, de que está pasando, y, hombre, no es muy agradable, sobre todo si no tenemos mucha confianza con la pareja. Después hay que ir preparando el ano, se puede hacer de varias formas, en el bidé, con agua calentita la dirigimos a presión hacia el ano, o en la ducha lo mismo, o si preferís por no salir ya de la cama, empezamos con un dedo, bien lubricado, a hacer un ligero masaje sobre el ano y poco a poco el masaje se ira haciendo más fuerte y se irá introduciendo el dedo , después de acariciar el ano de esta forma, podemos pasar a hacerlo con dos dedos y ya intentar, bien lubricado el pene, la penetración . Otra forma es hacerlo con dilatadores anales, pero cuidadín, todo lo que usemos con el ano ha de llevar tope, que no queremos ir a urgencias con nada que no podamos sacar por nosotros mismos, ¿verdad que no?.

Hay culturas donde la práctica anal, en parejas heterosexuales, está muy extendida. Y lo usan como práctica sexual sin riesgo de embarazos. Y como la doble moral no parece entender de lugares, así sus chicas llegan vírgenes al matrimonio, o sea, se hace de todo, pero como hay himen,… Mira que somos los seres humanos...


¡Jolín con los asiáticos! Además de las bolas chinas como ya sabéis esas son para introducir en la vagina, todo lo que pasa de dos bolas, son tailandesas, y son para el ano. Son una tira de bolas con un asita al final para poder agarrarlas, y van aumentando de tamaño según van acercándose al asa. Se introducen en el ano y cuando estamos en pleno orgasmo se van sacando una a una en forma de tironcillo, y esto intensifica el orgasmo.