viernes, 30 de octubre de 2009

SEXO ANAL: ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO (PARTE I)

¿Qué hay más oscuro, y no literal sino simbólicamente hablando, que nuestro ano? El pobre ano ha sido reprimido, escondido, juzgado, avergonzado, relegado al olvido, sometido a la clandestinidad,…..
Sin embargo el ano es una zona erógena universal. Como a nosotras nos gusta decir nos afanamos en buscar el dichoso punto G y nuestro cuerpo tiene todo un abecedario por descubrir y mira tú por donde la “a” parece que le pertenece a este tan necesario agujerito. Con esto queremos decir que a todos, a unos más y a otros menos, nos resultaría placentera, erógena su estimulación, su caricia, si es que la permitiésemos, claro está. Porque para ellos, heteros, el ano está autoprohibido, “mira tú que me gusta, entonces, ¿es que soy gay?”. Ellos su culito ni tocarlo casi y nosotras…tampoco, ¡qué humillación!
Pero no seamos brutos, el ano es un esfínter y no se dilata como hace la vagina, al ano hay que prepararlo para poder jugar con él. Los gays tienen mucho que enseñarnos en cuanto al coito anal, en cómo ellos se preparan para dicha práctica. Sí, se preparan ¿os extraña? Los heteros somos un tanto trogloditas en el tema, nos apetece y allá vamos, sin pensar en los preparativos previos y estos son obligados, sobre todo sino es una práctica frecuente en nosotros, pues como ya hemos dicho no se dilata y si no nos preparamos previamente la penetración puede ser dolorosa...

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