jueves, 31 de diciembre de 2009

RELATO EROTICO: EL MUNDO DE INTERNET (IV)

Sin entrar en la casa me tumbo en una de las tumbonas de la terraza del ático, las estrellas estaban saliendo y la luz era tenue, empezó besando mi boca y desabrochando mi camisa mis pezones se pusieron duros al sentir el fresco de la noche pero el calor de mi cuerpo contrarrestaba todo, beso cada centímetro de mi piel que quedo al aire de la noche y desabrocho mi falda que dejo caer por mis piernas, me quito uno de los zapatos empezó a acariciar mi pie, subió suavemente por la pierna me quito la media y comenzó a lamerme los pies, ese acto me hizo estremecer, luego realizo lo mismo con el otro pie y me quede tumbada en aquella maravillosa terraza solo con mi fantástico conjunto negro, no me dejaba ni tocarlo me dijo que era mi día y que solo quería que yo disfrutara que el me haria todo lo que a mi me gustaba, aparto el tanga a un lado y comenzó a acariciarme, al momento su lengua estaba acariciando mi clítoris completamente mojado por la excitación, mi culo estaba dibujando círculos como hace siempre que estoy muy caliente y creía que iba a estallar de la excitación.

Conseguí que me dejara desnudarlo, y contemple a la luz de la luna que ese cuerpo era real, esos abdominales bien marcados, ese pecho fuerte, completamente depilado y era maravilloso verlo desnudo, tenia un pene normal no excesivamente grande aunque si gordo, y lo mejor era aquella forma curvada que me vuelve loca.
El volvió a chupar mi cuerpo y sobre todo mi clítoris cuando mi cuerpo empezó a sentir unos pequeños escalofríos de placer el bajo mi tanga y me penetro, yo estaba completamente húmeda con lo que la penetración fue muy suave y placentera no recordaba las cosas que le había contado hasta que el comenzó a hacerme cada una de esas cosas que le dije que me volvían loca, como decirme guarderías al oído, hacerme el amor de una manera lenta y cariñosa………. me quito el sujetador y comenzó a mordisquearme los pechos, cosa que me hizo estremecer y de repente no pude evitar un chillido de placer madre si si si llego ese momento dulce en el que mi cuerpo deja de ser racional y se convierte en algo con vida propia, se estremece y disfruta dejándose llevar, el saco su miembro erecto de dentro de mi y volvió a acariciar mi clítoris con su lengua pero muy suavemente, unos escalofríos recorriendo todo mi cuerpo y empiezo a desear que me posea otra vez, le empujo para atrás y le tumbo sobre el suelo.
Cojo su pene y comienzo a besarlo, a lamerlo a mordisquearlo y el empieza a gemir y sus gemidos de placer me hacen sentir especial, sentir que soy capaz de hacer con ese hombre cualquier cosa que me proponga y eso me hace verme mas atractiva y segura.
Me subo encima de el cojo su pene con la mano y lo introduzco en mi vagina, con lo que la penetración es completamente profunda y placentera para los dos.
Empiezo a moverme con círculos lentos y luego algo mas rápidos y mas y mas, el pone los ojos en blanco después de unos segundos su cuerpo se estremece y no puede evitar dar un grito en el momento de su orgasmo, yo estoy escitadisima y no quiero parar, el lo nota me quita de encima y me pone de nuevo en la tumbona, con su miembro aun en erección comienza a penetrarme fuertemente, esa brutalidad que no esperaba me hace reaccionar y mi cuerpo comienza a desearle mas si cabe no lo podía creer me iba a correr de nuevo ese hombre estaba tocando las teclas adecuadas para que mi cuerpo lo deseara solo a el, y al darme cuenta que estaba en una terraza comencé a imaginarme a todos los vecinos escuchándonos algunos incluso mirándonos y me puse completamente cachonda, se lo comente y comenzó a gemir con mas fuerza como si le gustara la idea de que sus vecinos nos pudiesen pillar y así con esa fantasía de que nos estaban mirando nos envolvimos en un orgasmo simultaneo que nos dejo exhausto, nos quedamos un rato los dos tumbados en aquella terraza de aquel ático viendo esas hermosas estrella y aquellas torres que de noche son aun mas maravillosas.

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