jueves, 18 de febrero de 2010

RELATO EROTICO: LA MARTA (II PARTE)

Hilillo a hilillo dejó caer un chorreón de leche condensada sobre sus labios empinados, su lengua saboreaba y tal dulzor se regó enseguida por todo su cuerpo. Una delicia, sí era una delicia, delicia de mujer............no había mujer más deliciosa; que disfrutara tan a gusto de la leche que entraba y salía de sus labios. Regarla por sus pezones y ponerse a millón fue lo mismo. Ya encharcada en sus propios jugos que empezaban a gotear desde su silla plegable, sólo sabía que su cuerpo era en ese momento templo de perdición y placer incondicional.

Lástima la soledad en que se encontraba, lástima que no había un puto hombre disponible a 500 mts a la redonda que fuera capaz de ir a por ella.

Era lo malo de ponerse de esta guisa a tales horas de la madrugada: los hombres del pueblo (en su mayoría casados) durmiendo con sus mujeres desde las diez de la noche. Y los chicos cachondos pasando “la mona” del día anterior.

Nadie parecía entenderla, La Marta necesitaba que la saborearan. Porqué tardaban en enterarse que en ésa, su casa, lo que había era fuego?,... que la “vecina” se había convertido en un mujerón.

En esos trances era cuando lamentaba más su soledad, y contradictoriamente su libertad. Excepto por la compañía de “Chutxo”, su perro, cuya lengua siempre estaba presta para hacer el resto. El muy perro cabroncete intuía, sabía, sentía cómo y dónde tenía que pasearse con su lengua. Si tuviera habilidad para hablar, le susurraría suciedades a montón, quizá hasta haya sido hombre en su otra vida, habrá sido sí.¡ un tío ¡.... con una polla riquísimaaaaaaaa y una lengua deliciosaaaaaaaa.¡

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